La limpieza de los módulos es esencial. Elementos como polvo cubren la superficie de las placas y si los módulos están sucios, la producción fotovoltaica se verá afectada.
Este tipo de instalaciones se limpian tres o cuatro veces al año. Se debe usar agua y una esponja suave que no dañe la superficie. Con la ayuda de la esponja se quitan las partes sucias. Evita usar detergentes o materiales de limpieza ásperos, porque se podría estropear la superficie del panel de manera permanente.
Casi en todas las situaciones esta responsabilidad es del beneficiario final, es decir, del dueño de la vivienda donde se instalaron las placas solares. Pero se puede contar con la ayuda de empresas de mantenimiento de placas.
Si la instalación se encuentra en un lugar que nieva frecuentemente, un mantenimiento asegurado será quitar la nieve acumulada en las placas solares. Eliminar las hojas y las ramas de los árboles próximos es otra de las tareas básicas de mantenimiento.